BASE AÉREA WRIGHT-PATTERSON Y EXTRATERRESTRES

La base militar Wright-Patterson (W-P) es una instalación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (EE.UU.) que fue construida en 1917 durante la Primera Guerra Mundial y que está localizada al este de Dayton (Ohio). Esta base militar es una de las más grandes, diversas y complejas de la Fuerza Aérea estadounidense, y cuenta con una larga tradición de pruebas de vuelo que va desde los hermanos Wright a la era espacial. Además, es asiento de uno de los principales centros médicos de la USAF, del Instituto de la Fuerza Aérea de Tecnología y del Museo Nacional de la Fuerza Aérea de los EE.UU. Allí se han llevado a cabo grandes avances en el campo de la aviación y cuenta con uno de los mejores sistemas de seguridad del país para lograr mantener a los intrusos fuera y a los secretos dentro. En esta base militar se realizó la firma de los Acuerdos de Dayton en 1995 por los presidentes de Serbia (Slobodan Milosevic), Bosnia y Herzegovina (Alija Izetbegovic) y Croacia (Franjo Tudjman), con la división territorial de Bosnia y Herzegovina tras la firma de estos acuerdos, con lo cual se puso fin a la guerra de Bosnia.

LA BASE WRIGHT-PATTERSON Y LA UFOLOGÍA

Esta fue la base donde se estudiaron gran número de eventos relacionados con ovnis en la década de los cuarenta del siglo XX, así como con testigos oculares, enmarcándose dentro de varios proyectos de investigación.

PROJECT SIGN

Debido a la escalada de avistamientos de fenómenos anómalos aéreos en los EE.UU., durante 1947 y a los vividos en años anteriores, principalmente durante la Segunda Guerra Mundial, la Fuerza Aérea de los EE.UU., (USAF) delegó a la división de inteligencia de la base Wright-Patterson la investigación de este fenómeno, lo que dio origen al Proyecto Sign en 1948. Para este fin, todas las agencias gubernamentales debían informar los eventos relacionados con el fenómeno ovni que pudieran afectar la seguridad nacional. Después de aproximadamente siete meses de investigación, en agosto de ese año el proyecto concluyó que la mejor explicación del fenómeno ovni era que se trataba de algo extraterrestre. Sin embargo, los altos oficiales del Pentágono rechazaron estas conclusiones dando lugar a la disolución del equipo del proyecto y a la destrucción de numerosos documentos. Hay que anotar que en años anteriores, sobre todo durante la Segunda Guerra Mundial, se pensaba que algunos de los avistamientos de ovnis podrían ser naves de alta tecnología alemana. Así fue como en la posguerra una enorme biblioteca técnica aérea alemana acabó en la base W-P, algo que se podía relacionar a la operación Paperclip (la colocación de los científicos nazis en laboratorios de alta tecnología de EE.UU.).

PROJECT GRUDGE

Este proyecto sucedió al Proyecto Sign. Inició en febrero de 1949 y terminó formalmente en diciembre de ese mismo año (aunque continuó a capacidad mínima hasta finales de 1951), enfocándose el estudio en los testigos oculares de los avistamientos. No solo recibía informes de los EE.UU., sino de sus embajadas en todo el mundo. Aunque de los cientos de incidentes investigados, unos 30 no tenían ninguna explicación, y se desestimó que tecnología extraterrestre tuviera algo que ver. El Proyecto Grudge concluyó que la gran mayoría de estos avistamientos eran producidos por fenómenos naturales como nubes, meteoritos, estrellas, aviones de la fuerza aérea, etc y que no tenían relación con tecnología extraterrestre, dejando mal parados a los testigos oculares, enfatizándose que los informes sobre ovnis eran el resultado de:

1.    Una mala interpretación de objetos convencionales.
2.    Una forma leve de histeria colectiva y guerra de nervios.
3.    Fraude o búsqueda de publicidad por parte de los supuestos testigos.
4.    Personas con desórdenes mentales.

PROJECT BLUE BOOK (PROYECTO LIBRO AZUL).

Este proyecto tenía dos objetivos. En primer lugar; analizar científicamente los informes de ovnis y, en segundo lugar; determinar si eran una amenaza para la seguridad nacional. El Blue Book sucedió al Proyecto Grudge y se mantuvo desde 1952 hasta 1969. Durante esas dos décadas se estudiaron más de 12.600 casos de ovnis, concluyendo que casi todos se debían a la identificación errónea de fenómenos naturales, naves convencionales, etc. La sede el Blue Book estaba en la base de la Fuerza Aérea Wright-Patterson en Ohio. Hay que anotar que alrededor de 700 casos quedaron sin explicación.  Además de reafirmar que no habían pruebas de la existencia de naves extraterrestres, se decía que no existía amenaza para la seguridad nacional, lo cual, era esencial en época de posguerra y guerra fría para calmar a la opinión pública que estaba obsesionada por un posible cataclismo nuclear entre las dos potencias militares de ese entonces: EE.UU., y la Unión Soviética.

LOS RESTOS DE ROSWELL

Según algunos ufólogos y estudiosos del tema ovni, los restos del supuesto ovni siniestrado en Roswell (Nuevo México) en 1947 (y los cuerpos de los tripulantes) fueron llevados a la base W-P para su estudio y almacenados en el mítico Hangar 18. Algunos documentos de inteligencia constatarían que al menos uno de los tripulantes del ovni había sobrevivido y fue mantenido cautivo en esta base militar falleciendo tiempo después. Pero no solamente este caso involucra a esta base militar en la investigación ovni. Al parecer, todos los restos de naves alienígenas accidentadas, no solo en EE.UU., sino en otras áreas bajo su influencia, son trasladados para estudio a esta base aérea. Muchos sostienen que la tecnología inversa aplicada a los restos de los ovnis ha permitido avances tecnológicos sin precedentes en la historia de la humanidad, los cuales han sido replicados en numerosas naves de guerra de los EE.UU., programas de computación e incluso materiales de la era espacial. 

MARION MAGRUDER Y LOS ALIENS

Mark Magruder, hijo del héroe de la Segunda Guerra Mundial, Marion Magruder, conocido por el sobrenombre de Black Mac, aseguró en 1997 que su padre, en su lecho de muerte, le había confesado un secreto que no quería llevarse a la tumba. Black Mac formó parte de la última promoción de élite de la Escuela de Guerra Aérea que, según un documento secreto actualmente desclasificado y fechado en julio de 1947, acabó siendo trasladada a la base de Wright Patterson pocos días después del supuesto accidente de una nave extraterrestre en Roswell el siete de julio de 1947.

Durante su estancia en dicho centro militar, según su hijo, Black Mac pudo observar y tocar algunas de las partes del fuselaje del platillo volador como una plancha metálica que tenía la capacidad de autorregenerarse, resistiendo cualquier tipo de rasgadura. Black Mac habría asegurado a su hijo que pudo contemplar cómo entraban en Wright Patterson varios cuerpos del tamaño de un niño de corta edad, uno de los cuales aún estaba con vida. Realizaron varios experimentos con él, y a pesar de que intentaron mantenerlo vivo, no lo lograron. Se dice que este ser tenía una cabeza enorme en comparación con su pequeño cuerpo, además de largos brazos y cuatro finos dedos en cada mano. Otro testigo de estos hechos, Robert Collins, capitán de las Fuerzas Armadas de EE UU, confesó que a las instalaciones subterráneas del edificio número 18 de Wright Patterson fueron trasladados los cuerpos de varios alienígenas.

DE LAS PIRÁMIDES A LAS SONDAS ESPACIALES

Algunos ufólogos, arqueólogos, investigadores del fenómeno ovni y similares, afirman que las pirámides de Egipto, en especial la de Keops, tuvieron que ser construidas por alienígenas o, al menos, con su ayuda. De igual manera, según estos mismos investigadores, muchos de los avances científicos de las últimas décadas han sido el fruto de la aplicación de la ingeniería inversa a restos de naves extraterrestres recuperadas de varios accidentes y al parecer el complejo industrial-militar de los EE.UU., tiene un papel preponderante en este desarrollo que no solo involucra a contratistas privados en defensa, sino también al Pentágono, al Congreso y al mismo gobierno.

Se dice, además, que los avances tecnológicos son patentados por diferentes ramas de las Fuerzas Armadas y entregados a algunas de las más grandes y poderosas multinacionales para su implementación y comercialización con flujos monetarios astronómicos que nutren a la economía de la primera potencia mundial. Se estima también que el gasto militar total estadounidense, de cerca de US$600.000 millones, es mayor que el presupuesto militar combinado de las ocho naciones que le siguen en recursos bélicos. 

Ese nivel de inversión le ha permitido a EE.UU., poseer armamento de última generación como el avión de combate F-35 que puede costar US$130 millones por unidad, mientras que el portaviones Gerald Ford, el más nuevo de la flota naval estadounidense, tiene un costo estimado de US$13.000 millones. Lo anterior sin contar con el pedido del actual presidente Trump de aumentar el gasto militar en un 9%. El solo aumento de US$54.000 millones que Trump promete a sus militares sería equivalente aproximadamente a todo el presupuesto militar de Reino Unido, la tercera nación en gasto militar del mundo, y más que lo que destina Rusia a sus fuerzas armadas, la cuarta nación, con cerca de US$50.0000 millones anuales.

Hay quienes sostienen que la pirámide de Keops y todos los avances científicos y tecnológicos de la humanidad no han sido fruto de la supuesta ingeniería inversa. Se afirma, entonces, que los dichos avances científicos se deben al ingenio y dedicación de millones de personas que a lo largo de la historia han trabajado incansablemente en el desarrollo de la ciencia y la tecnología aplicadas a cada uno de los aspectos de la vida humana, desde la creación de vacunas, pasando por la edificación de las pirámides de Giza, hasta la construcción de sondas espaciales. No hay que menospreciar nunca el poder de la mente y de la fuerza que puede generar un cuerpo humano en pro de los objetivos y cómo estos se multiplican al tener cientos, miles o millones de personas trabajando mancomunadamente y en la misma dirección.